El complejo militar de San Andrews (Saint Andrews), situado en el sur
del Sahara es, al mismo tiempo, una pequeña base militar y un campo de pruebas
para la aviación. Situado en área inhóspita y abandonada del desierto saharaui
se encuentra a unos treinta kilómetros al oeste del puerto de Basara, el único
núcleo habitado de las cercanías.
Construido en lo que antes era un
aeropuerto privado de desguace de aeronaves perteneciente a la Northrop-Grumman,
hace cinco años fue adquirido por la UN Spacy, quien –además de renovarlo y ampliarlo- estableció
aquí una base permanente que pasaría a ser conocida como Base de Pruebas St.
Andrews.
Aunque San Andrews no más que uno
más de los centros de pruebas de la UN Spacy a lo largo y ancho del mundo, se
ha hecho famosa por el ser el lugar predilecto para el alto mando donde poner a
prueba los prototipos más secretos de Destroids y cazas aeroespaciales (sean de
tecnología variable o no) antes de poder
optar a firmar un contrato exclusivo de producción en serie con la RDF.
LA BASE ST. ANDREWS
Propiamente dicha la base militar cuenta con una serie de instalaciones más bien escuetas que comprenden
-eso sí- una amplia área de terreno. Estaríamos hablando de un edificio principal
de administración, un cuartel con barracones,
dos torres de control (aunque normalmente solo una de ellas esta
operativa), un área de pruebas, dieciséis hangares, seis edificios anexos de
mantenimiento, el cercano poblado abandonado –y área de tiro- de
Al-Khabil, dos almacenes, y varias
pistas de aterrizaje. Estas instalaciones están rodeadas por varias líneas de alambradas.
La del perímetro interior de tres metros dispone de cámaras y diversos sensores
repartidos por las cercanías. Una segunda alambrada, de tan solo dos y medio de
altura, rodea por fuera a la anterior siguiendo un recorrido irregular que se
extiende en una separación de cien metros (en la zona más estrecha) y hasta ochocientos
(en la más ancha) entre una valla y otra y determina el perímetro exterior,
usualmente patrullado por tropas de infantería de la guarnición de la base,
drones, y por uno (o ambos) “hermanos gemelos”, como coloquialmente se conoce a
los dos Destroid (un Raidar-X conocido como “Vincent” y un Spartan “Julius”)
asignados permanentemente a la base.
Una única carretera atraviesa
dichas alambradas por sendas áreas de acceso, con casetas de guardia, cámara de
video-vigilancia y una barrera que
impide el paso salvo que se presenten las correspondientes credenciales.
Aun así, el terreno de desierto
circundante alrededor del área vallada también pertenece –teóricamente a la
base, abarcando el área real de la misma varias decenas de hectáreas.
Esta vigilancia continuada así
como lo llano y poco accidentado del terreno hace que cualquier intruso o
fenómeno fuera de lo normal sea fácilmente detectado, lo que –según él
protocolo-es inmediatamente reportado al Centro de Vigilancia y Control (en el
edificio de Administración de la base) y una patrulla, dron, o Destroid es
inmediatamente enviado a investigar. Si bien no algo habitual tampoco es raro
que ocasionalmente algún animal salvaje, depredador, o nómada desorientado
acabe en las áreas próximas a la base, lo que implica que los sospechosos sean
conminados a abandonar los terrenos de la base o –en caso de negarse- sean
retenidos para ser puestos a disposición de las autoridades de Basara.
En los raros casos en los que se
han detenido intruso dentro del perímetro exterior (normalmente bandidos o
jóvenes locales en busca de chatarra para vender) estos han acabado detenidos y
trasladados a los calabozos de las garitas de guarda para ser puestos a
disposición de las autoridades de Basara, o en libertad, tras ser interrogados.
No se conoce ningún caso (aun) de
nadie que haya conseguido entrar clandestinamente al perímetro interior de la
base. Al menos… Que la propia R.D.F. conozca.

El poblado de Al-Khabil
Se trata de un antiguo poblado de origen árabe, formados por medio
centenar de pequeños edificios, que quedo
abandonado y en ruinas ya hace medio siglo cuando su único pozo de agua se secó.
Si bien, durante los planes de modernización de la base por la R.D.F. se había
planificado al demolición de los edificios, finalmente se optó por una decisión
menos drástica y practica y el poblado fue acondicionado por la RDF para reconvertirlo
en una área de prácticas para las pruebas de combate simulado tanto de los
nuevos prototipos, como también como área de entrenamiento para combate urbano
para el personal militar de la base.
Los Hangares
Normalmente seis de ellos se encuentran siempre ocupados por un
escuadrón completo de Veritechs encargados de la defensa de la base y en
participar en las diferentes pruebas y maniobras junto con los modelos experimentales.
En otro de los hangares suelen descansar “los gemelos” (el Spartan, y el Raidar-X) cuando están en tareas de
mantenimiento o no están haciendo la patrulla y el resto de hangares guardan o
vehículos convencionales de transporte y mantenimiento (hangares 8 y 9) o
normalmente están disponibles para albergar los nuevos modelos de Veritech en
pruebas.
Todos menos el hangar nº 13. Sus
ventanas están tapiadas desde dentro y sus puertas –aunque es evidente que
reciben el debido mantenimiento- se encuentra cerrado a cal y canto y el
personal de la base evita en lo posible hablar de él y de lo que contiene. Solo
el personal de más alto rango sabe exactamente a que está destinado, lo que –
indirectamente- ha provocado que surjan multitud de misterios y enigmáticos
rumores que pasan de boca en boca entre los integrantes de la base.
Siempre hay al menos dos soldados
en su puerta custodiando la entrada, que suelen ser relevados por otros dos
cuando su turno de 6 horas de vigilancia concluye.
Los Barracones
El más grande es el ocupado por
el pelotón de infantería asignado a la base: un centenar de soldados de la U.N.
Army acostumbran a realizar tareas habituales de guardia, logística,
comunicaciones, etc… que requiere la base. Al mando del mismo se encuentra el Capitán
Jonash Selby solo a un escalafón inferior al del puesto del Comandante
Chatelain. Teóricamente es su subordinado aunque –para el cotidiano devenir de
la base- el Capitán es el líder de facto
de las fuerzas militares de la base. Pese a su posición privilegiada es un
militar convencido y fiel a la cadena de mando y se aviene a obedecer las órdenes
del Comandate siempre que estas no rayen
lo absurdo.
Anexo al gran barracón están los dormitorios de los
pilotos de Veritech, de Destroid y el personal de tierras (técnicos,
ingenieros, paramédicos, telecomunicaciones, etc…) asignados al escuadrón de Veritechs.
Estos, solo cumplen las órdenes del Comandante por lo que son considerados una
especie de “señoritingos” por parte del personal de la U.N. Army de la base, lo
que no impide que exista verdadera amistad -a título particular- entre miembros
de ambas fuerzas.
Las
Espadas del Desierto (Sayuf Alsahra')
La tribu de bandidos conocidos por Espadas del
Desierto, o coloquialmente “Alsuyuf” “los Espadas”) es uno de los peligros a los que
–tantos las caravanas de comerciantes locales- como el personal de la propia
base ha tenido que hacer frente recientemente y de quien se sospecha traerán
consigo más de un quebradero de cabeza al personal de la RDF en la zona en un
futuro cercano.
Los Alsuyuf eran antiguamente una tribu de nómadas saharauis
cuyo modo de vida se basaba en el saqueo y el pillaje de las tribus locales y
caravanas, a las que atacaban para luego huir al desierto. Sin embargo la conversión de su líder y –posteriormente- del
resto de la tribu a una rama especialmente fanática de la religión musulmana,
emparentada con la desaparecida Al Qaeda dió lugar a que esta simple tribu de
bandidos se transformara en una fuerza paramilitar y terrorista de peligrosos
fanáticos.
Su líder, el Iman Ibrahim Mohsen, ha buscado
recientemente establece contactos con facciones de la Liga Anti-Unificación por
medio de a una red clandestina criminal de Basara, obteniendo con ello armas y
financiación a cambio del objetivo de acosar y –en última instancia- destruir a
las fuerzas locales del RDF en el Sahara, y más concretamente la Base Andrews.
Sus ataques a los convoyes de suministros, ocasionales
secuestros, y algún intento malogrado de asalto a la base hasta ahora han resultado
en claros fracasos, si bien su fanatismo y odio a las fuerzas de la RDFs no ha
hecho más que aumentar y ahora se sabe que cuentan con un gran número de
simpatizantes dentro de la población autóctona de Basara, lo que los hace muy
difíciles de detectar, y los convierte en un peligro latente e impredecible.
A parte de las posibles células
durmientes, y agentes de los Espadas del Desierto infiltrados en Basara (y tal
vez entre el personal de servicios nativo que trabaja a diario en la base), se
sabe que la fuerza principal de los Espadas está compuesto por un contingente
de entre mil y dos mil guerrilleros divididos en diferentes tribus armados con
armas automáticas, lanzamisiles, explosivos. Aunque inteligencia sospecha que
dispongan también de algún que otro Destroid, de la obsoleta clase AMES-04 ANF
de fabricación pakistaní, adquirido a través de contactos clandestinos, con los
que se teme puedan tratar de realizar en el futuro algún tipo de emboscada a
las fuerzas de la base, para destruirlas
o con el fin de apoderarse de material bélico de la última generación.
Para colmo de males, las fuerzas de los Espadas del
Desierto han entablado contacto con fuerzas zentraedis del Señor de la Guerra Dorban
que han aterrizado de forma subversiva en los profundo del desierto, de forma
que –inadvertidamente a las fuerzas de la RDF- se está forjando una alianza
entre ambos enemigos de la RDF que puede acabar presentando una fuerza
formidable contra la Base Andrews.
EL PUERTO DE
BASARA
Basara es un puerto principalmente de pescadores pero donde hacen
cala de forma ocasional algún que otro barco de transporte, con un muelle
apenas lo suficientemente grande como para albergar dos buques de gran tamaño.
A pesar de ello su economía y prosperidad ha crecido mucho desde la ampliación
de la base, puesto que sus ocupantes suelen trasladarse a la pequeña población
siempre que pueden eludiendo así la rígida atmosfera castrense impuesta por el Capitán
Selby.

Gobernada por el
Cadí local Mansur Badraddin, este tiene la ardua tarea de lidiar con
las exigencias del Comandante de la RDF -de quien depende gran parte de la
prosperidad de la base-, frenar los continuos ataques de pillaje de los Espadas
del Desierto, y apaciguar las ambiciones de los jeques locales, así como de parte
de la población local y líderes religiosos más radicales, que no ven con buenos
ojos la presencia de fuerzas extrajeras de la RDF en su ciudad, y ya puestos,
tratar de acabar con la creciente organización criminal conocida como “Las
Sombras” que se está expandiendo en los suburbios de la ciudad y que sospecha
están bajo el mando de su antigua nuera.
La ciudad de Basara, fundada hace
siglos en el cruce de caminos de la costa donde los pastores del interior venían
desde tiempos con sus rebaños a intercambiar sus mercancías con los pescadores
locales y algún que otro mercader extranjero, se ha modernizado con el paso de
los tiempos y alberga actualmente unos 25.000 habitantes, y alberga unos pocos
grandes edificios en el interior aunque en su gran mayoría siguen siendo los
típicos caseríos de dos plantas y amplios jardines que se arremolinan unos
junto a otros alrededor del puerto y su mercado aledaño. La ciudad, sin ser
demasiado grande, es lo suficiente bulliciosa (para los estándares de la
región) y cuenta con las suficientes instalaciones y servicios como para
proporcionar la suficiente diversidad y diversión a los ocasionales visitantes
de la base.
Las Sombras de Shamira
Esta organización criminal ha ido
creciendo en la última década, captando, agrupando y organizando a los antiguos
ladronzuelos y contrabandistas de la ciudad hasta formar un entramado secreto y
tremendamente poderosos que controla todo el submundo criminal de la ciudad, lo
que incluye robos, asesinatos, secuestros así como –recientemente- el
transporte y venta en el mercado negro de material militar de contrabando que
puede conseguir su líder, la bella Shamira, con diversos contactos del movimiento Anti-Un. De hecho,
llevan ya un tiempo intentando infiltrar espías en la Base de San Andrews con
la esperanza de poder echar el guante a algo (ya sean secretos o incluso
prototipos de algún tipo) que puedan luego vender a alguna potencia extranjera
por un alto precio, o en su defecto, les permite negociar un precio con Los
Espadas, a cambio de una vía de ataque a la Base.
PERSONALIDADES DE INTERÉS
Comandante Lucard Chatelain
Lucard es un hombre lleno de preocupaciones
e indecisiones. Por un lado odia su actual puesto, el querría estar en cualquier
puesto de mando cerca de los cuarteles generales de la RDF y no en una base perdida
en un rincón del continente africano. No se acostumbra al calor, no le gusta el
Sahara, no le cae bien la gente de aquí, y no está cómodo con las
responsabilidades de estar al mando de una de las bases de pruebas punteras de
la UN Spacy. Sin embargo por otro lado sabe que ocupa un puesto envidiado por
muchos y que puede servirle de tranpolín para alcanzar en un futuro un puesto más
importante o mejor colocado. Solo tiene que obtener resultados. Bueno... Sus pilotos de prueba deben
obtener resultados. Más y mejores. Eso le ha hecho ser especialmente exigente
para con los pilotos de la base, en especial para los recién llegados, que
deben demostrar durante los numerosos vuelos de prueba que hacen con los
prototipos enviados a la base que pueden exprimirlos y sacarles todo su
potencial. Curiosamente, esto mismo hace que sea percibido externamente como un
hombre muy riguroso en su trabajo y le ha conducido a relegar todo los demás problemas
cotidianos de la base al Capitán Selby. Ambos muestran un trato cordial pero
esquivo y es que no se consideran para nada amigos, pero Chatelain sabe reconocer
a un buen profesional que sabe cual es su sitio, y que le permite a ambos
dirigir sus propias áreas de la base sin inmiscuirse en las del otro: Chatelain
se centra en sus prototipos, pruebas y pilotos y Selby de todo lo demás,
incluida la seguridad y el día a día de la base. Eso sí, también espera que el Capitán sepa
que sigue estando por debajo en el escalafón (pese a pertenecer a dos ramas
diferentes de la RDF) y sepa mantener a raya a esos molestos bandidos saharauis
de los que tanto le habla últimamente.
Atributos: Agilidad d4, Astucia d6,
Espíritu d4, Fuerza d8, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d4, Con.
Generales d8, Persuadir d6, Sigilo d4, Notar d6, Disparar d6, Pelear d6,
Conducir d6, Intimidar d4, Navegar d4, Idioma (Inglés) d6, Idioma (Francés) d6,
Idioma (Árabe) d6, Pilotar d4.
Paso: 6; Parada: 4; Dureza: 5.
Desventajas: Cadena de Mando (menor).
Ventajas: Rango (Comandante/UN Spacy).
Equipo: uniforme (+1 Armadura).
Capitán Jonash Selby
Jack Selby es, ante todo, un soldado
profesional que no ha conocido una vida mejor que la que tiene actualmente. Si
bien su superior directo es un chupatintas de la UN Spacy como el Comandante
Chatelain, al menos este le da manga ancha para dirigir la base y gestionar al
personal asignado a la misma, mientras Chatelain juega con sus
"avioncitos" y su gente. Sin embargo últimamente la amenaza de esos Alsuyuf preocupa especialmente a Selby, que ha
visto como varios convoyes de suministro con material para la base han sido
atacados y ya han sido varios los intentos de acceder al interior de la base. Consciente
de que la seguridad de la base hasta ahora no ha sido comprometida (que él
sepa), los vagos intentos realizados por esa banda pudieran acabar teniendo éxito
si los realizan de forma más organizada, bien pertrechados, o aprovechando algún
momento de debilidad de la guarnición de la base. Sin embargo sus intentos para
hacerle entender a Chatelain el nivel de peligro que estos suponen no parecen
haber consigo otra cosa que importunarlo.
Atributos: Agilidad d8, Astucia d6,
Espíritu d6, Fuerza d8, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d8, Con.
Generales d4, Persuadir d6, Sigilo d4, Notar d4, Disparar d6, Idioma (Inglés)
d6, Pelear d8, Conducir d6, Artillería d6, Supervivencia d4, Pilotar d6,
Tácticas d6.
Paso: 6; Parada: 6; Dureza: 5.
Desventajas: Arrogante (mayor),
Obsesión (mayor: con la excelencia profesional), Cadena de Mando (menor).
Ventajas: Rango (Capitán/UN Army),
Soldado.
Equipo: uniforme (+1 Armadura), M037
“Weasel” 9mm.
Iman Ibrahim Mohsen
Ibrahim Mohsen era el segundo hijo del líder de un
pequeña tribu nómada saharaui, y bien podría haber pasado el resto de su vida
de una forma más bien discreta si no fuera porque hará ya hace unos años
Ibrahim se levantó en plena noche si poder dormir, y cuando salió de su tienda
vio una estrella fugaz extraordinariamente brillante. De hecho, tanto, que
sintió que lo que veía era una visión enviada a él por el mismísimo profeta
para que "tomara conciencia de mismo y extendiera su palabra, así como que
expulsara del mundo a todos aquellos infieles que no se hicieran seguidores de
su Fe", como gusta mucho de repetir rememorando aquel momento. En un
espacio muy corto de tiempo, Mohsen se convirtió en un fanático del Islam arrastrando
al resto de la tribu, por lo que acabaría siendo nombrado nuevo líder real y
espiritual de la tribu tras la muerte de su padre y la renuncia de su hermano.
A medida que su fe se hacía más y más inquebrantable, Ibrahim se fue
radicalizando cada vez más forjando una alianza con la antigua Al-Qaeda quienes
le proporcionaron armas y entrenamiento que le permitió transformar a su
antigua tribu de nómadas del desierto y en una temible fuerza paramilitar de
saqueadores, expertos en usar el desierto para atacar y desaparecer al galope,
con la que esperaba extender su dominio y sus creencias por todo el sur del
Sáhara. Sin embargo los planes de Mohsen y su tribu de los prontamente
bautizados como Los Espadas del Desierto (Sayuf Alsahra' o “Alsuyuf”) se toparon
pronto con un escollo infranqueable en sus planes: las fuerzas extranjeras de
la RDF en la base militar de San Edwards. Su mera presencia y su poderosa influencia
en el cercano puerto de Basara era algo que suponían una afrenta casi personal al
destino Mohsen tenía para toda esta tierra, por lo que desde entonces ha estado
obsesionado con destruir la base y exterminar a esos malditos infieles de una
vez por todas, lo que le ha empujado recientemente a aceptar suministros y armas
de los movimientos Anti-Un quienes les han proporcionado armas y mechas de
combate e incluso forjar una alianza con los recientes “gigantes llegados desde
el cielo” con los que hacer frente a sus aliados enemigos.
Atributos: Agilidad d6, Astucia d6, Espíritu
d6, Fuerza d6, Vigor d8.
Habilidades: Atletismo d6, Con.
Generales d4, Persuadir d6, Sigilo d6, Notar d6, Idioma (Árabe) d6, Cabalgar
d6, Conducir d4, Pelea d8, Intimidar d4, Provocar d4, Tácticas d6, Pilotar d6,
Artillería d6, Fe d8.
Paso: 6; Parada: 5; Dureza: 6.
Desventajas: Vengativo (mayor),
Obsesión (liberar Basara de la “ocupación extranjera” de infieles).
Ventajas: Carismático, Fuerza de
Voluntad.
Equipo: AK-47, cimitarra, Destroid AMES-04
ANF (* Ver mas abajo).
Guerrero de Los Espadas del Desierto (Alsuyuf)
Fanáticos religiosos, combatirán
y seguirán las órdenes de su líder, el Iman Mohsen hasta la muerte, confiados
en que alcanzaran el paraíso en la guerra santa contra los invasores infieles
de la RDF.
Atributos: Agilidad d6, Astucia d6,
Espíritu d8, Fuerza d6, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d6, Con.
Generales d4, Idioma (Árabe) d6, Notar d6, Cabalgar d6, Conducir d4, Pelea d8, Sigilo
d4, Supervivencia d4, Fe d6.
Paso: 6; Parada: 5; Dureza: 6.
Desventajas: Fanático (mayor), Leal
(menor).
Ventajas: -
Equipo: AK-47, cimitarra, lanza o
tridente (equivalente a lanza), cuchillo.
Señor de la Guerra Zentraedi Dorban

Nombrado Señor de la Guerra
Zentraedi poco antes de ser destinado a las órdenes de Breetai como integrante
de su flota de Naves, Dorban este joven pero prometedor comandante zentraedi
estaba al mando de nada menos de una pequeña flotilla de naves de exploración.
Desde el puente de mando de su nave insignia, la “Gangadras” (“Vencedora de
Batallas”) Dorban confiaba conseguir mayor gloria y prestigio para los
T’Sentrati en la misión de recuperación de la nave perdida de Zor, en un lejano
y primitivo planeta. Habiendo sido recompensado con el privilegio de enviar a
dos de sus naves de exploración como avanzadilla, el joven Dorban no quiso
permitirse el lujo de que sus subordinados cometieran ningún error, por lo que
ordenó a su propia nave seguir a cierta distancia a sus dos naves de exploración
separándose con ello de su propia formación. De repente una enorme descarga de
energía emitida desde el planeta -al parecer por la propia nave perdida de Zor que
habían vendió a buscar – destruyo a sus dos naves y causó daños tan graves en
su nave insignia que le obligo a intentar un aterrizaje forzoso en el planeta
en uno de los continentes más grandes del planeta.
El aparatoso aterrizaje en
pleno desierto del Sahara fue extremadamente violento, dejando a su nave
tremendamente dañada e incapaz de volver a emprender el vuelo, pero, gran parte
de la tripulación y de los ocupantes de la Gangadras así como el propio Dorban lograron
sobrevivir. En seguida un pequeño grupo de guerreros micronianos nativos de la
zona hicieron acto de presencia montados en extrañas bestias. Eran exploradores
de la tribu de los “Alsuyuf” enviados por su líder, sorprendido al ver aparecer
"otra vez" en el cielo una estrella tan luminosa como la que le
produjo su visión y verla caer a tierra. Tiempo más tarde, y superada la sorpresa
inicial del contacto entre ambas especies, la buena relación entre Mohsen y
Dobra, -pese a las dificultades para comunicarse- ambos supieron reconocer a un
espíritu guerrero en el otro, lo que les ha permitido forjar una débil pero
prometedora alianza frente a su enemigo común: la RDF. Dobra confía en que con
su ayuda y una vez destruida la cercana base enemiga, la captura como rehenes de
una ciudad microniana como la Basara le proporcione una poderosa baza con la
que poner en jaque al gobernante (o gobernantes) de este pequeño planeta y
volver a entablar contacto con la flota Zentraedi. Llegado ese momento tal vez
sea el momento de "prescindir " de sus aliados micronianos de Mohsen.
Atributos: Agilidad d8, Astucia d8, Espíritu
d6, Fuerza d12+4, Vigor d8.
Habilidades: Atletismo d6, Con.
Generales d6, Persuadir d6, Sigilo d4, Notar d4, Artillería d6, Idioma
(Tiroleano) d8, Pelear d6, Tácticas d6, Pilotar d6.
Paso: 24; Parada: 5; Dureza: 14.
Desventajas: Cadena de Mando (menor), Tozudo.
Ventajas: Mando, Rango.
Equipo: Uniforme, Capsula de Oficial.
Cadí de Basara, Mansur
Bradaddin

Mansur es un hombre viejo y cansado.
Aupado por su pueblo hasta alcanzar la posición de Cadi de Basara ha sabido mantener
durante décadas la paz en la ciudad de Basara, donde conviven un crisol de las
diferentes tribus y culturas saharauis, y a las que recientemente se han
incorporado las fuerzas de la RDF de la cercana base militar de San Andrews.
Sin embargo la presencia de esta fuerza extranjera aunque ha resultado económicamente beneficiosa para la
ciudad y su puerto no ha estado exenta de problemas. El hecho de que no dejen
de ser una fuerza militar hace que su presencia no sea vista con buenos ojos
por gran parte de la población local e incluso por el propio Mansur a quien le
preocupa que grupos como los Alsuyuf puedan
tomar represalias contra la ciudad y sus habitantes por su apoyo a la RDF. Para
colmo ha visto como la mera existencia de la base ha hecho transformarse un su
antaño tranquilo y pequeño pueblo a una ciudad que parece ser ahora el centro
de intrigas y tejemanejes que escapan a su control. Si bien la amenaza de la proximidad
de la tribu de los Alsuyuf le
preocupa, considera que la presencia de las tropas de la RDF debería impedir cualquier
acción de esos sobre la ciudad, o al menos ese es argumento que usa el Cadí
contra los opositores a la existencia de la base. Su principal preocupación Por
otra parte la principal preocupación de Bradaddin es la existencia del grupo
criminal conocido como Las Sombras, que desde hace largo tiempo opera
impunemente en los suburbios de Basara. Determinados indicios le han hecho
sospechar recientemente que dicha organización pueda estar relacionada con su
antigua nuera Shamira, con la que no se llevaba especialmente bien y que
desapareció sin dejar rastro tras el fallecimiento de su único hijo en extrañas
circunstancias. Esto le ha hecho volverse más precavido y también algo temeroso,
y ha ordenado a la exigua guardia local de la ciudad que extremen las precauciones
y anden al tanto de cualquier acto criminal sospechoso que pudiera estar
relacionado con dicha organización.
Atributos: Agilidad d4, Astucia d6,
Espíritu d6, Fuerza d4, Vigor d6.
Habilidades: Atletismo d4, Con.
Generales d8, Persuadir d6, Sigilo d4, Notar d8, Humanidades d8, Medicina d6,
Idioma (Árabe) d8, Idioma (Francés) d6, Idioma (Inglés) d4.
Paso: 6; Parada: 4; Dureza: 5.
Desventajas: Anémico (mayor),
Dubitativo (menor).
Ventajas: Conexiones.
Equipo: Ninguno.
Shamira, líder de Las Sombras de Basara
Shamira es una mujer joven, bella
y ambiciosa. Hace años se casó con Mustapha Braddadin, el hijo del Cadí de
Basara con el firme propósito de escapar a una infancia de delincuencia y marginalidad
y con el firme objetivo de hacerse con el poder en la ciudad por medio de su
marido, al que manipulaba a voluntad. Su estrategia inicialmente exitosa le
permitió hacerse con el control de varios grupos criminales sentando las bases
de la red mafiosa que acabarían siendo conocidos como Las Sombras de Basara. Sin
embargo su ascenso al trono del mundo clandestino de la ciudad se cobró su precio al caer su marido víctima
de la guerra cruzada de bandas siendo secuestrado y asesinado por una banda mafiosa rival esperando
con ello hacer mella en la voluntad de su esposa. Nada más lejos de la realidad,
Shamira perseveró consiguiendo poco tiempo después acabar con toda oposición,
pasando a controlar con mano de hierro el creciente mercado negro de la ciudad,
y ampliando sus actividades delictivas al cobro de secuestros, extorsiones, asesinatos
a sueldo, o el robo y venta de material de contrabando. Sus últimos contactos
establecidos con movimientos AntiUn le han permitido además entrar en el
negocio del contrabando de material militar, vendiendo armas y material a la
tribu nómada de los Alsuyuf. Shamira desea que ante todo se mantenga el actual status
quo y el equilibrio entre las diferentes fuerzas y facciones locales aunque en
el fondo tiene cierto miedo a su principal enemigo, su antiguo suegro y el Cadí
de la ciudad Mansur Bradaddin, quien está consiguiendo entorpecer sus negocios y
poner en serias dificultades a su red clandestina. Pese a haberse planteado múltiples
veces a mandar a sus Sombras a acabar de una vez por todas con él, el apoyo de la
RDF y su posible reacción hace que –de momento- retenga su mano hasta que vea
una oportunidad más clara y favorable.